CARACTERÍSTICAS
18 CARACTERÍSTICAS DE LA HORTICULTURA ÉTICA
Basándonos en la fundamentación, valores y principios expuestos hasta ahora, podemos enmarcar algunas de las principales características de la horticultura ética. En concreto se presentan 18. Se quiere aclarar aquí que se formulan como tendencias a considerar. La horticultura ética no es un “todo o nada”, implica un camino a recorrer. No es fácil ser coherente con todos sus principios y valores, pero es conveniente irlos teniendo en cuenta para dirigirnos poco a poco hacia el huerto ético. Algunas de estas características son:
1. Encuentro persona-medio ambiente. La horticultura ética trata de facilitar el encuentro de la persona con el medio ambiente, consciente de las ventajas que la naturaleza puede proporcionar a las personas, entre ellas favorecer su bienestar, descanso, recreo, alegría y felicidad.
2. Promoción del medio ambiente. Está orientada hacia la conservación y promoción del medio ambiente. Esto significa que se configura con espíritu de mantener la Vida existente y de permitir la regeneración de nueva vida siempre que sea posible. Por eso evitará la destrucción de los ecosistemas naturales autóctonos y procurará la ambientalización, mediante la promoción de huertos y zonas verdes en las áreas degradadas o urbanizadas.
3. Reducción de impacto ambiental. Tiende a no realizar o reducir el impacto ambiental negativo causado tanto en la creación de huertos como en su utilización, incluidas las labores de mantenimiento. Al contrario, tiende a potenciar los aspectos ambientales positivos que su creación y mantenimiento pueden ocasionar en el medio ambiente y en las personas.
4. Innovación. La horticultura ética es creativa y está abierta a nuevas propuestas y técnicas de gestión, creación y mantenimiento que tengan en cuenta los criterios sociales y ambientales. No se cierra a nada, ni renuncia a nada. Replantea modelos y técnicas ya aceptados y no tiene prejuicios ni miedos al cambio. Pero de la misma forma, recupera y utiliza sistemas y técnicas tradicionales, muchas de ellas ya olvidadas por la horticultura moderna, adaptándolas a los nuevos tiempos.
5. Huerto como ecosistema. Considera al huerto, ya desde la fase de diseño, como un ecosistema maduro al que se llegará al cabo de los años. Por eso no tiene prisa en alcanzar sus objetivos estéticos, ambientales ni sociales. El diseño de huertos se realizará teniendo en cuenta la naturalización del huerto.
6. Especies autóctonas. Procurará trabajar con especies autóctonas consciente de que son las más adaptadas al suelo y clima del huerto y, por lo tanto, una vez establecidas, es probable que vivan mejor y más tiempo, necesitando menos cuidados y menos inputs que especies alóctonas. Empleando especies autóctonas estamos ayudando a conservar el patrimonio genético.
7. Aumento de biodiversidad. Intenta preservar las especies animales y vegetales que se encuentren en el lugar en el que se implantará el huerto, cualquiera que sea su grupo de pertenencia. Además promueve el aumento de la biodiversidad vegetal y animal, de manera que intentará realizar diseños que faciliten esa tarea. Debe huir de lo monoespecífico y tender a la utilización del máximo de especies vegetales. Debe aumentar el número de diferentes estratos, portes, nichos, que puedan albergar un mayor número de especies animales: aves, abejas, insectos, fauna del suelo y de las plantas, micromamíferos, etc., conscientes del equilibrio ecológico que puede alcanzarse en un huerto maduro teniendo en cuenta del papel que cada elemento desempeña en el ecosistema huerto.
8. Control natural de enfermedades. Relativiza las enfermedades de las plantas, intentando la prevención y regulación fitosanitaria natural de las enfermedades, el control de plagas, de los diversos agentes infecciosos y de las poblaciones fitófagas. Los fertilizantes adicionales, los acondicionadores del suelo y los productos fitosanitarios deben utilizarse únicamente si son compatibles con los objetivos y principios de la producción ecológica.
9. Gestión integral de agua. Se intentará realizar una gestión del agua de forma integral, considerando la reducción y optimización de su consumo.
10. Respeto al suelo. El respeto al suelo se considera fundamental. El suelo es el gran olvidado de los ecosistemas. Por eso la horticultura ética lo respeta y tiene mucho cuidado en no destruirlo ni contaminarlo, intentando conservar su fertilidad y la actividad biológica que en él se desarrolla. Por eso la horticultura ética debe contribuir a mantener y aumentar la fertilidad del suelo así como a la prevención de la erosión del mismo. Las plantas deben nutrirse preferiblemente a través del ecosistema edáfico en lugar de mediante fertilizantes solubles añadidos al suelo. Por eso se utilizarán técnicas de gestión como la rotación adecuada de cultivos.
11. Recursos naturales. Intentará basarse en recursos renovables. Pretende reducir y optimizar la utilización de recursos y energía, consciente del coste ambiental que la producción y utilización de estos recursos puede causar. Presta especial atención a los recursos naturales, intentando su conservación y optimización en su uso. Por eso intentará basarse en recursos renovables integrados en sistemas agrícolas locales. Para minimizar el uso de recursos no renovables, los residuos y los subproductos de origen vegetal y animal deben reciclarse mediante la reposición de nutrientes en la tierra.
12. Gestión responsable de residuos, vertidos y emisiones. La gestión de residuos, vertidos y emisiones debe realizarse con responsabilidad, teniendo en cuenta el respeto al medio ambiente. Por eso se procurará su minimización. En la medida de lo posible se tenderá a su reutilización y, como última medida, a su reciclaje.
13. Promoción del desarrollo local. Intentará promover el desarrollo local, endógeno, de forma que intentará buscar proveedores locales, intentando minimizar los transportes de los productos.
14. Fomento de la Responsabilidad Social Corporativa. Incorpora la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), de empresas, entidades locales y diversas entidades para poder llevarla a cabo. Incluye así en su gestión, si fuera posible, desde la concepción del proyecto, a colectivos desfavorecidos, discapacitados físicos, psíquicos o sociales.
15. Prevenir los riesgos laborales. Incorpora la prevención de riesgos laborales en el huerto.
16. Igualdad. Tiene presente la igualdad de las personas, la de género entre otras, tanto en su diseño como en las labores de mantenimiento a realizar.
17. Socialización. Proporciona un valor añadido a los huertos para que sirvan como escenario de dinamización sociocultural de la comunidad, como espacio de socialización.
18. Educación ambiental. Promueve la educación ambiental de la población. La educación se considera un factor fundamental para favorecer la comprensión de las personas de la importancia que el medio ambiente tiene en nuestras vidas. A través de la horticultura, del conocimiento de los huertos, podemos ayudar a que las personas interaccionen con el medio ambiente y se conciencien así de la necesidad de su conservación.
COMPETENCIA
COMPETENCIA GENERAL DEL HORTELANO/A ÉTICO
En general el hortelano/a ético debe ser competente en realizar las operaciones de instalación, mantenimiento, producción y recolección en una explotación hortícola, controlando la sanidad vegetal, manejando la maquinaria, aplicando criterios de buenas prácticas agrícolas y cumpliendo con la normativa medioambiental, de control de calidad, seguridad alimentaria y prevención de riesgos laborales vigentes.
Más específicamente conviene que tenga las siguientes competencias:
- Preocupación por el orden y la calidad
Preocupación por el orden y la calidad, que se refleja en la preocupación continúa para generar un resultado óptimo de acuerdo con los estándares marcados. - Búsqueda de información veraz
Inquietud y curiosidad constante por saber más sobre cosas, hechos o personas. Búsqueda de la información más allá de las preguntas rutinarias o de los que se requiere en el puesto. Esta competencia es importante para que el horticultor conozca en todo momento la situación del mercado agrario, cuáles son los productos o cultivos más rentables, los precios de los mismos, mercados emergentes, etc. - Trabajo en equipo y cooperación
Trabajo en equipo y cooperación implica la intención de colaboración con otros, formar parte de un grupo, trabajar juntos, como opuesto a hacerlo individual o competitivamente. En la explotación agrícola existen distintos perfiles competenciales, con sus funciones propias dentro del conjunto de la actividad, de manera que deben trabajar en equipo para alcanzar los objetivos marcados. - Desarrollo de personas
Desarrollo de personas implica un esfuerzo constante por mejorar el aprendizaje o el desarrollo de los demás a partir de un apropiado análisis de sus necesidades y de la organización. En el caso de que gestione su propia explotación hortícola, ésta es una habilidad necesaria para dirigir adecuadamente a su equipo humano y lograr el máximo desarrollo del mismo. - Orientación al logro
Orientación al logro es la preocupación por realizar bien el trabajo o sobrepasar un estándar. En el ámbito de la agricultura son cada vez mayores las exigencias en materia de calidad de los productos, de manera que el trabajo debe orientarse a la consecución de esos estándares para lograr ser competitivos en el mercado. - Innovación y creatividad
Capacidad para generar nuevas opciones y alternativas de actuación para la Fundación, maneras novedosas de hacer las cosas; es la capacidad de ir más allá de lo que habitualmente se hace, de dar soluciones nuevas a los problemas habituales, agregando de esta forma valor a la organización. - Gestión de recursos
Capacidad para movilizar los recursos de la Fundación, extrayendo el máximo provecho en el uso y aplicación de los mismos. Es la capacidad para identificar los recursos tanto internos como externos a la Fundación, y llevar a cabo acciones para un aprovechamiento adecuado de los mismos. - Conocimiento técnico
Capacidad de actuación en base a los conocimientos específicos requeridos para desempeñar su puesto de trabajo, es la capacidad de mantener actualizados estos conocimientos para responder con calidad en su trabajo. Tiene que ver con la capacidad de compartir con las demás personas sus conocimientos y experiencias en beneficio de la estrategia y Misión de la Fundación. - Efectuar las tareas de preparación del suelo para el cultivo
Conocer y aplicar las técnicas agrícolas específicas para realizar los trabajos de trata¬miento del terreno para la posterior siembra o plantación. - Efectuar labores de riego y abonado del terreno
Conocer y aplicar las técnicas de riego por surcos, inundación o red de riego localizado, así como el procedimiento de abonado de los cultivos hortícolas. - Supervisar el estado de los cultivos
Conocer y aplicar las técnicas específicas para proceder al examen de los cultivos con objeto de diagnosticar su estado fitosanitario, aplicar métodos de lucha contra agentes perjudiciales y realizar tratamientos con pesticidas.